La Isla de Canhabaque, conocida como una de las más grandes y tradicionales del archipiélago de Bijagós, destaca por su riqueza cultural y natural. Con comunidades que mantienen vivas sus costumbres ancestrales y paisajes de playas, manglares y bosques, es un destino ideal para cruceristas que buscan autenticidad y conexión con la vida isleña.
La Isla de Canhabaque, también llamada Roxa, es una de las más extensas y pobladas del archipiélago de Bijagós en Guinea-Bisáu. Este destino cautiva a los viajeros no solo por la belleza de sus paisajes naturales, sino también por la fuerza de sus tradiciones culturales, que se mantienen vivas en cada rincón de la isla.
Al desembarcar en Canhabaque, los cruceristas se encuentran con un entorno natural diverso: playas tranquilas, manglares llenos de vida y bosques tropicales que invitan a la exploración. Es un lugar perfecto para caminatas, observación de aves y contacto directo con la naturaleza. Sin embargo, lo que realmente distingue a esta isla es la experiencia cultural.
Las comunidades Bijagó que habitan Canhabaque conservan costumbres ancestrales, reflejadas en rituales, danzas y ceremonias que aún hoy marcan la vida de sus habitantes. Para los visitantes, esto representa una oportunidad única de sumergirse en un modo de vida auténtico, diferente y profundamente conectado con la naturaleza.
Es una escala que combina paisajes vírgenes con un patrimonio cultural inigualable, ofreciendo a los cruceristas una experiencia inolvidable que solo Crucerum puede brindar.