La isla de Saint Paul es la más grande de las Islas Pribilof, un grupo de cinco de Alaska islas volcánicas situadas en el Mar de Bering entre el Estados Unidos y Rusia. La isla posee origen volcánico y cuenta con una serie de conos de ceniza y cráteres espectaculares para aquellos que tengan la posibilidad de observarlo. La isla también es un importante lugar para los lobos marinos y para las aves.